«Todos tenemos que afrontar un dolor por muerte, no hay casa en este planeta que no sufra la muerte de un ser querido. «
Con esa sencilla frase deberíamos afrontar la muerte de nuestros familiares. No hay dolor que otros no hayan sufrido con anterioridad y es por que la muerte está en todos lados , en cualquier momento, forma parte del proceso de vida, pero aún asi tenemos patrones mentales que pueden provocar que el vacío provocado por un ser querido se quede con nosotros el tiempo que queramos si le damos cabida a ello, es decir, si nos apegamos a ese dolor.
La pregunta aqui es ¿Por que estamos sufriendo? Que nos está motivando a estar completamente vacios, como es el dolor de alguien que no está? ¿De dónde viene ese dolor? Es por algo que realmente queriamos y no lo tenemos? ¿Es por que habia un intenso amor por esa persona y ya no podemos sentir su energía, su corazón , su amor? ¿Era nuestra dependencia emocional o monetaria? Estas preguntas son de total importancia y profundidad, si no hacemos estas reflexiones estaremos perdidos en un mar de emociones que se entreteje en el victivismo de un profundo vacío de deseo por algo que no nos pertenece. Si por el contrario reflexionamos sobre la muerte y lo que puede provocar en nosotros, entonces y sólo entonces, podemos encontrar por el contrario un enorme sentimiento de compasión por un SER que ya no está en vida.
La mente suele jugar malas pasadas en los procesos de luto de nuestros familiares ayegados. Unos pueden sentir verdadera lástima y pena por los que no están pero aquellos que no están verdaderamente no sufren , más bien, nosotros creamos un sentimiento de soledad que no es real. Es un sentimiento de pertenencia a algo que ahora no está y lo cual creíamos que iva a ser de por si nuestro, más allá de la pura realidad, aún hoy en día hacemos del luto un proceso de total pena por nuestros seres queridos que no están pero si profundizamos en las cuestiones que van más allá del mero hecho de las costumbres ancestrales podemos encontrar en la muerte una liberación del alma contrariamente a la pena, más bien, debe ser una liberación feliz, en vida, en gracia por haber podido compartir con otros seres lo que llamamos existencia terrenal. En ese sentidos despreciamos la muerte, la vestimos como la cosa más horrenda y le otorgamos nuestros lutos y procesos de lástima por puro desconocimiento a nuestras verdaderas naturalezas. Aún en esa forma de vestidura podemos observar como el pensamiento ancestral nos impone ciertos honores y procedimientos en los funerales y nuestros ancestros suelen llorar las pérdidas de algo que ellos sabian que tarde o temprano se produciria.
Sabiendo entonces que la condicion de la vida va asociada al proceso de muerte, como podemos sobrevenir el proceso de la muerte para que sea totalmente natural? Sin embellecer ni melodramatizar la experiencia o proceso muerte?¿? Realmente, hay muy poca gente que puede saber como se desarrolla el proceso de la muerte por que va ligada al proceso de la conciencia personal de la persona ,pero en este caso, lo que nos interesa realmente que es lo que subyace en los sentimientos de aquellos que realmente compartían su vida con una persona difunta.
En ese sentido debemos de tener presente que puede ser que si la persona que queda en vida estubiera muy apegada a la otra forma de vida, como suele ser una pareja o un ser querido próximo a ella, en todo caso dónde su amor fuera real, lo que queda es entonces un sentimiento de compasión, de total agradecimiento por esa persona que no está con nosotros, de total felicidad por haber hecho parte del camino con nosotros, y en esencia , por haber experimentado facetas de nuestro YO personal. En el lado contrario, si encontramos lloros, y pena deberemos replantear nuestra relación con el fallecido, si realmente es nuestra pena por no obtener ahora lo que obteniamos de ellos, o por que nos sentimos totalmente vacios por que había un sentimiento de total unión con el otro. Cuando el sentimiento es de puro amor, uno no siente la pérdida como algo real, la reconoce como un sentimiento próximo amoroso, el sentimiento de pérdida reall corresponde más a un vacio por creer que nos hemos quedado sin una parte de existencia en la cual no puede ser reemplazada, eso corresponde a un apego potencial sobre otras personas no a un amor verdadero. En ese sentido cuando un alma querida muere se le recuerda en los procesos de duelo por compartir cosas , proyectos reales de vida en los cuales estaba vinculado, se le reconoce por su labor a nivel social, o por haber dejado una huella impactante en el corazón de las otras personas, por su coraje su valentia o su bondad, por su valor, o por cualidades del SER potenciales del ser Humano. Así que cuando esa perdída se da, nos sentimos desamparados pues no podemos reemplazar la versión de esa persona por otra igual, en todo caso será diferente, tendremos que acostumbrarnos a vivir con otras energía pero nunca será la misma que aquella que experimentemos pues no hay dos mentes totalmente iguales. Uno debe indagar en cual es el origen de su dolor, de su pena y de su lástima, si es producto de esa preciosa muerte de un ser realmente allegado o si por el contrario corresponde a un luto y dolor correspondiente a un SER que estamos vinculados más por una tradicion familiar. Debemos de racionalizar el dolor y entonces luego podemos entonces quedarnos en silencio y dejar que el corazón hable por si mismo. De esa bondad del corazón, en total silencio y calma podremos encontrar las cualidades de ese ser querido que realmente llenaron nuestro corazón, encontraremos los recuerdos de nuestro SER querido que realmente nos gustó compartir, encontraremos nuestras más preciosas experiencias con ese SER. En ese sentido el duelo no está relacionado con nuestra tradición, sino que subyace en la memoria de nuestra mente, allí podemos recuperar siempre que queramos lo que algún dia fue estado de extasis, felicidad u otras emociones que pudimos vivir con nuestro ser querido. Entonces entenderemos mejor , de forma más profunda el dolor que proviene de nuestro ser, que no es dolor, es más bien, emoción compasiva y alegría de haber compartido esas preciosas experiencias con el otro SER, en definitiva, trabajaremos a un nivel más personal, más profundo, de más sentir lo que verdaderamente pudimos ser con nuestro SER difunto, en ese sentido , no hará falta tanto melodramatismo más bien, celebración por aquello que el SER nos proporcionó en su día , …la alegría de compartir.
A un nivel más psicológico recordarte que en el Gabinete de Psicología Aplicada Iluro tenemos grandes profesionales que te ayudarán a afrontar tus procesos de duelo para que puedas reequilibrar y reconducir tu vida después de la muerte de un ser querido.
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