La Asociación Americana de Psicología (APA) ha publicado una guía para la práctica psicológica con mujeres y niñas. El objetivo es ofrecer recomendaciones a los terapeutas para promover la resilencia y el empoderamiento entre las usuarias de los servicios psicológicos, así como conscienciarles sobre el papel que representa la discriminación , la violencia y la opresión en la vida de las mujeres, mejorar la atención que presta a los posibles grupos de mujeres que puedan haber sido objeto de más prejuicios y victimización y promover el uso de diagnósticos solo en los casos estrictamente necesarios.
Mujeres y niñas se enfrentan en a diversos desafíos relacionados con la educación, la situación laboral, la asignación de roles sociales y el establecimiento de relaciones personales que requieren ser considerados para una educada intervención psicológica. Los psicólogos y psicólogas deben entender las experiencias vitales que pueden formar parte de la vida de las mujeres y niñas que atienden, , en la medida que estas experiencias tienen una influencia en el tratamiento y en el enfoque establecido al elaborar y diseñar las investigacines psicológicas.
De esta manera, las recomendaciones, que suponen una actualización de un documento anterior de la APA publicado en el 2007, tienen en cuenta los aspectos a incorporar cuando se trabaja con diferentes tipos de mujeres incluidos las mujeres transgénero, las mujeres de edad avanzada, las mujeres inmigrantes y refugiadas o las mujeres con discapacidad, entre otras, haciendo especial énfasis en el riesgo elevado que presentan de ser víctimas de abuso sexual o físico.
Las recomendaciones descritas en la guía, incluyen:
-Deben reconocer las fortalezas y resiliencia de las mujeres y niñas y trabajar activamente para cultivar dichas fortalezas.
-Deben esforzarse en ser conscientes de que las mujeres y niñas forman su identidad en contextos con mensajes cambiantes, contradictorios y múltiples sobre lo que significa ser mujer.
-Deben reconocer, comprender, y utilizar información sobre la discriminación estructural y la opresión que continúan afectando la vida y el bienestar psicológico de niñas y mujeres.
-Deben utilizar intervenciones y enfoques con niñas y mujeres que sean afirmativos, apropiados para el desarrollo, relevantes para el género y la cultura y eficaces.
-Los psicólogos y psicólogas deben reflexionar sobre sus experiencias con el género y sobre cómo sus actitudes, creencias y conocimientos sobre el género y la forma en que el género se relaciona con otras identidades, pueden afectar su práctica con niñas y mujeres.
-Se deben esforzar por fomentar la práctica terapéutica que promueve consciencia crítica y expande las opciones personales de niñas y mujeres.
-Deben establecer diagnósticos a niñas y mujeres solo si el diagnóstico es necesario, así como deben hacer uso de herramientas de evaluación imparcial y comprender los daños que se pueden derivar de este diagnóstico o la influencia de sus propios sesgos de género en el establecimiento de dicho diagnóstico.
-Los psicólogos deben esforzarse por comprender a las niñas y las mujeres en sus contextos sociopolíticos y geopolíticos.
-Deben conocer , usar y fomentar el uso de los recursos de apoyo en salud mental, educativos y comunitarios relevantes, así como los propios de su cultura como formas, complementarias a la intervención.
-Deben comprometerse a trabajar para cambiar los entornos hostiles y la discriminación institucional, sistemática y global que interfieren con la salud y el bienestar de las niñas y las mujeres.
Fuente: https://www.apa.org/about/policy/psychological-practice-girls-women.pdf
Photo by Irina Murza on Unsplash
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